El caldo de huesos está entre los complementos más recomendados por veterinarios y nutricionistas para cualquier tipo de dieta. Puedes mezclarlo con dietas crudas y cocinadas o dárselo directamente en el cuenco para beber sin preocuparte por añadir calorías a la dieta.

Mediante cocciones largas de los huesos y articulaciones se consigue extraer todos estos nutrientes al caldo, a la vez que se hacen más biodisponibles. El caldo resultante es muy digestivo, hidratante y denso en aminoácidos que ayudan a mantener la salud articular, digestiva y del sistema inmune.

El colágeno y algunos de sus aminoácidos como la glicina y la glutamina actúan sobre el recubrimiento en la barrera intestinal. Estos caldos son beneficiosos y recomendables para animales con problemas recurrentes de diarreas, problemas articulares, así como para prevenir estos problemas.